jueves, 11 de septiembre de 2008

La Inmoralidad del Estatismo

Un Análisis Filosófico por Roberto Chahín.

Durante las últimas semanas, la retorica de los líderes electos de Honduras se ha ido deslizando aceleradamente hacia el lado del estatismo. El estatismo se define como la tendencia hacia la concentración del poder para lograr alguna meta colectiva. Esta meta puede ser cualquier cosa como la preservación del orgullo patriótico, la preservación del medio ambiente o la lucha por la pureza racial. La meta colectiva, en este caso, la han llamado “Justicia Social”. ¿Pero que es la Justicia Social?

Desgraciadamente, este concepto de Justicia Social es uno de esos términos que se tiran por ahí y por allá, pero que nadie ha definido concretamente. Una definición que se puede deducir por el contexto en el cual se usa esta frase es el deseo de los grupos de presión de redistribuir la riqueza que algunas personas han acumulado. Esto lo justifican porque asumen que la riqueza solo se puede acumular si se le quita a otra persona. Hasta cierto grado, estos grupos de presión asumen que la riqueza que un individuo acumula es a expensas de uno o más individuos, ya que para ellos la riqueza en el mundo es un factor fijo y constante que no se crea.

La verdad es que la riqueza si se crea. La riqueza es el producto de tres factores de producción: el capital, la mano de obra y la tecnología. Y el enlace esencial para estos tres es la creatividad empresarial.

El capital es la colección de recursos físicos y económicos que permiten y facilitan la producción. El capital físico incluye la tierra y plantas de producción. El capital económico es el dinero necesario para llevar acabo las compras iniciales necesarias para producir. Estos elementos tienden a crecer lentamente. En el caso del capital económico su crecimiento es mas bien una respuesta al crecimiento de la producción antes de añadirse a la oferta de capital en la forma de ahorros. El capital físico, como plantas de producción, también crece en respuesta a la demanda, pero su crecimiento es limitado por la disponibilidad del capital económico.

La mano de obra, u oferta laboral, crece en función de la disponibilidad de personas dentro de la población que pude incorporarse a la fuerza laboral. Esto es muy dependiente de la situación demográfica de un país, lo cual cambia lentamente.

La tecnología la podemos definir como el factor del ingenio humano que se refleja en los inventos y nuevos avances derivados de la ingeniería, la creatividad empresarial, y la razón aplicada a resolver algún problema.

La tecnología, así definida, es la que permite integrar los otros factores de producción de formas innovadoras y crear el valor agregado. Es esta la que ayuda acelerar la creación de la riqueza. Sin los conocimientos, los procedimientos y el espíritu emprendedor, la riqueza probablemente no existiría. Al no existir la tecnología, aun estaríamos viviendo como cavernícolas. Los elementos físicos que son necesarios para construir un automóvil o un rascacielos ya existían en la tierra en los tiempos de los pintores rupestres. La diferencia entre la sociedad humana de hoy y la de los prehistóricos son todas esas ideas e innovaciones como las que transforman una piedra de ferrosa a un acero de alta tensión.

¿Y esas ideas de donde vienen? ¿Cuales son las causas de esas innovaciones que han llevado a los seres humanos de una vida de subsistencia a una de comodidades como la telefonía móvil? ¿Cuál es el manantial de creatividad que lleva a la creación de una sociedad industrial moderna?
La fuente de la innovación es el uso de la mente por individuos que en un proceso racional integran creativamente los elementos que los rodea en una nueva combinación para poder resolver el problema que se tiene a mano. Este tipo de imaginación solo es posible dentro de la mente de individuos racionales y libres que buscan una recompensa por sus esfuerzos. Estos inventos no surgen por que alguien simplemente los desea caprichosamente y los ordena por decreto. No se puede transformar una pista aérea en un aeropuerto internacional moderno por simples antojos. Con las emociones no se pueden comandar las leyes físicas necesarias para la generación de energía de fuentes alternativas. Y mucho menos se puede forzar una invención al final de un fusil ya que las mentes creativas funcionan cuando buscan recompensas, pero no para evitar un castigo.

Entonces si la causa de la riqueza creada por el valor agregado, por la tecnología inventada, por la integración racional de los elementos naturales existentes es el esfuerzo creativo de algunos pocos individuos en la sociedad; ¿Por qué no tienen ellos derecho a quedarse con valor agregado generado por su creatividad? ¿Es acaso racional divorciar el efecto de su causa?

¿A razón de qué el Estado quiere sacrificar las justas recompensas de estos individuos en el altar de la “Justicia Social”? Un niño es criado en un hogar donde se le recompensa cuando saca buenas notas, y se le fomentan valores de superación. Este niño decide estudiar, en vez de ir con sus amigos a jugar. Pasan los años escolares, y este niño sigue esforzándose disciplinadamente, mientras sus compañeros andan por las calles haciendo las travesuras de acuerdo a sus edades. Algunos de los compañeros adolecentes se convierten prematuramente en padres, gracias a sus decisiones. Otros prefieren la vida criminal. Pero este niño, logra sobresalir en su escuela y sigue sobresaliendo en la universidad. El continúa tomando las decisiones necesarias para lograr su título de ingeniero. Ahora un ingeniero, trabaja y logra el éxito profesional y financiero después de muchos años de esfuerzos y estudios continuos. ¿Sera Justicia Social confiscarle a este ingeniero su riqueza para repartirla entre sus ex compañeros cuyas decisiones los dejaron en la pobreza?

El estatismo se basa en el colectivismo, que es la subyugación de los individuos a favor del servicio del grupo. Para los colectivistas, el grupo es el centro de la realidad y el individuo solo existe como parte de la sociedad, tribu, nación o raza. La identidad de una persona se reduce a la de una fracción de la unidad de realidad: el colectivo. Bajo esta premisa, el sacrificar al individuo, su mente y el producto de la misma para el “bien común” es no solo justificable, si no que es moral.

El colectivista llama a los individuos al sacrificio humano por medio del altruismo. El código moral del altruismo dice que el individuo no tiene derecho a existir si no es para el servicio de los demás y que su auto sacrificio es la máxima expresión de su virtud y valor. Cuando un individuo prefiere no sacrificarse por los demás, es un inmoral a la vista de los colectivistas. Es un avaro y miserable porque no dar a los más necesitados es indecente.

Pero si quedarse con lo que uno se ha ganado con su esfuerzo es indecente; ¿Por qué es moral recibir algo que no se ganado? ¿Es acaso la capacidad creativa de producción el Pecado Original de la Sociedad? ¿Por qué la gente que es capaz de crear riqueza tiene que humillarse ante los que han escogido una vida improductiva?

Los estatistas y colectivistas hablan que sin “Justicia Social” no habrá “Paz Social”. En otras palabras: “O los productores nos ceden la riqueza a los que no producimos, o habrá violencia”. ¿No es esto una extorsión? ¿Es por esto que se asignan los apodos marciales de “Comandante”? ¿Es esta la moralidad del altruismo colectivista del Estado? Por medio del estatismo es que se recogerán los sacrificios de las mentes creativas de nuestra sociedad, quedándose los Sumos Sacerdotes y sus Acólitos con las mejores porciones sin lograr la esperada igualdad de resultados que el colectivo añoraba.

Los individuos con mentes creativas atrapados en una sociedad colectivista tienen tres posibles reacciones a este ambiente hostil. Primero, pueden aceptar la situación y unirse oportunistamente al sistema. Es aquí que surgen los empresarios que se benefician corruptamente del favor de los Sumos Sacerdotes del Culto al Estado. Segundo, pueden aceptar el yugo y seguir produciendo y aceptando el castigo del “pecado” que sus mentes generan. O como termina haciendo la mayoría de ellos, dejan de producir, de invertir y de beneficiar al Todopoderoso Estado. Muchos de ellos simplemente se ponen en huelga y se van del país en busca de tierras donde su creatividad sea mejor apreciada y recompensada.

El estatismo que nuestros gobernantes nos quieren imponer solo puede destruir la potencial riqueza que algunas mentes entre nosotros pueden crear. Ya sea por la huelga empresarial de no invertir, o porque unos empresarios que explotan a otros empresarios con la venia del Estado, la producción no llegara a lo que podría ser en nuestro país. La moralidad del Estado Colectivista se base en la envidia y el miedo que los líderes tienen a las personas que son capaces de crear la riqueza con sus ideas e innovaciones. Si su odio mata la gallina de los huevos de oro, ¿de que vivirán entonces?

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